En el competitivo panorama de consumo actual, el diseño 'lindo' de los productos de panadería ha evolucionado mucho más allá de la simple estética. Se ha convertido en una poderosa herramienta estratégica que resuena profundamente con las necesidades emocionales de los consumidores, especialmente los grupos demográficos más jóvenes, creando un atractivo de mercado único y convincente.